El Malibú negro.

Se dice que las máquinas no tienen palabra de honor. Yo ya conocí a una que si.

Un Malibú negro, propiedad de mi padre y usado por mi hermano como si suyo fuera, por años nos llevó a muchos lados y a mi hermano a más.

Siempre lo acompañó en momentos que sólo él -y el auto- saben.

Aventuras, sueños, lagrimas y risas se vivieron en él, con él.

El auto sufrió un accidente mientras era conducido por un chofer de estacionamiento. Malherido por ambos costados de su carrocería, está tranquilo, pues su misión cumplió: nunca le pasó nada a mi hermano ni quienes lo acompañaban.

Nunca en un accidente el Malibú había participado. El Jueves por la noche fue su turno y se aseguró que ni mi hermano ni su compañía estuvieran en él. Sólo, como un caballero, enfrentó su destino.

Gracias Malibú, te estoy muy agradecido.

Está lloviendo.

Tarde lluviosa de viernes. Aún en la oficina miro hacia la ventana y está nublado. Está lloviendo.

Es una buena tarde para estar con la familia, la novia, los amigos o con uno mismo. Es una buena tarde para estar.

Un cappuccino, un buen libro, tal vez una copa de vino y buena música de fondo completan la imagen. La buena vida nos es presentada hoy -como todos los días- para nuestro deleite.

Mañana el Sol saldrá y un nuevo día comenzará, pero hoy, hoy está lloviendo y hasta nuestra estrella disfruta de la lluvia, arropado por nubes de algodón que hoy nos regalan esta tarde de lluvia.

Yo manifiesto que:

He hecho cosas buenas.
He hecho cosas malas.
No soy tan bueno como yo creía.
No soy tan malo como yo creía.
He reído.
He llorado.
He amado.
Me he caído.
Me he levantado.
La perdí.
Persigo la felicidad.
Soy apasionado.
He perdonado.
No he perdonado.
He pedido perdón.
He sido perdonado.
No he sido perdonado.
La sigo extrañando.
He acertado.
He fallado.
Me gusta viajar.
Quiero ir al pasado.
No quiero ir al futuro antes de tiempo.
Mi película favorita es The Family Man.
No me gusta comer solo.
He perdido.
He ganado.

En resumen, yo manifiesto que ¡he vivido y que amo vivir!

Time travel, practical application.

Have you ever smiled or cryied remembering something? Have you ever dreamed about who or where you want to be? If you have, then you have used one of the most sophisticated piece of machinery this world has ever seen: the time machine.

Yes, a time machine built inside yourself. A marevelous machine that will work for you for as long as you are alive and being alive means to have memories and dreams.

Memories show us what we have lived, why we cryied, laughed and celebrated.

Dreams show us laughing and celebrating beyond the challenges of today.

Then enjoy today, remember yesterday and dream of tomorrow!

Live!

Cambios.

Así como el segundero de un reloj nunca está quieto, lo mismo pasa con nuestras vidas, todo está en constante movimiento.

En cada minuto siempre algo cambia, a veces de forma imperceptible y otras veces, el mundo que nos rodea queda irreconocible.

¡Irreconocible, eso quiere decir que nunca nos aburriremos! Siempre tendremos aventuras por vivir, personas por conocer y barreras que superar.

Y todo gracias a que el mundo cambia con el segundero y éste afortunadamente, cual niño de seis años, no sabe estar quieto.

Star Wars Episode III.

More than a week ago, theaters sold out every single ticket they had to one single movie. A movie that was to be presented at the very first minute of May 19th.

On May 18th at 22:00 the parking lots were running backwards. Instead of people checking out, people were checking in.

People around the globe gathered together to celebrate and finally see the last piece of a story that began in 1977 at the fourth episode.

Customs, toys, collectibles, t-shirts and even lightsabers were among the celebration. It was easy to see Obi-Wan, Darth Vader, a Storm trooper and even Luke Skywalker with Yoda on his back in line, celebrating the moment.

The light side of the Force was strong with the ones in line. Photographs, laughs and Star Wars talk were the common scene along the line.

In the last minutes of May 18th, the line started to move towards the theater. The expectation increased. The time was coming...

Few minutes passed and we found ourselves seated and waiting for the lights to fade dark.

Two commercials and it happened. Lights turned off, the 20th Century Fox fanfare was heard and the Lucas Film logo disappeared just as fast. The screen went black and not a single sound was heard in the theater when the blue words made it finally to the big screen: "A long time ago in a galaxy far, far away" showed and made it official: the long wait had ended. The movie was playing.

More than two hours later, the movie ended with what everyone knew in advance, bringing to an end the saga that begun more than 20 years ago, when no one knew why the first movie was the fourth.

We may never see another Star Wars movie on the big screen, nevertheless, the Force will remain with us as long as we live for the good of us all.