Hubo calma...

Hoy fui testigo de cómo la ciudad dio un suspiro.

En una de sus principales avenidas, el Paseo de la Reforma en esquina con Florencia -donde está el Ángel de la Independencia- pasaban cientos de autos en todas direcciones, desbocados y sin aparente control. Cláxones sonaban por doquier. Silbatos de oficiales intentaban ordenar el caos, pero nada, éste aumentaba -como todas las mañanas- y parecía no tener fin.

...Y de pronto sucedió, la esquina se detuvo, los autos no andaban, algunos caminábamos atónitos. Ningún claxon, ningún silbatazo, no motores acelerados... nada, sólo un taladro de algún trabajador de las obras de remodelación del Ángel.

Segundos transcurrieron y la calma seguía... era como si la ciudad tomara aire para continuar su loca carrera mañanera... y así fue, segundos más tarde, todo volvió a la normalidad, la ciudad regresó de su suspiro y volvieron los cláxones a sonar, los silbatos a tratar de poner orden y el taladro quedó oculto, detrás de todos los ruídos que hacía unos segundos se habían ausentado...

¿Qué sucedió? No sé, creo que la ciudad, al igual que todos, se tomó un segundo para respirar y luego continuar...

Esperanza.

Todos la necesitamos, aunque sea un poco.

...y aunque nos encontremos defraudados una y otra y otra vez, uno nunca sabe, quizá la siguiente sea la nuestra.

Como dicen por ahí, mientras hay vida, hay esperanza.

Reto Galia Moss

Me he convertido en fan de la bitácora de Galia, pues sus relatos son naturales y a mi me ha logrado transmitir muchos sentimientos que de una u otra manera logro identificar con situaciones que he experimentado.

Hoy ella se encuentra cruzando el Océano Atlántico en solitario, sólo en compañía de su velero, "el más mejor", cumpliendo un sueño que tuvo un día y que se ha atrevido a perseguir durante muchos, hasta finalmente alcanzarlo.

Le faltan varios días, pero ya es menos.

Le falta una parte bastante interesante, pero es parte de la emoción y experiencia.

A ella le falta poco para llegar a Cancún decir una de las frases más increíbles que uno puede decir: ¡Lo logré!

Día del Maestro.

Si puedes leer esto, da las gracias a un maestro.

¡Muchas felicidades a todos los maestros en su día!

Misiones.

El mundo nunca deja de moverse, pues tiene la misión de darle una vuelta al sol cada 365 días y 6 horas.

Nosotros debemos estar siempre atentos, pues una de esas vueltas puede ser la nuestra... y nuestra misión es hacer de cada vuelta, nuestra vuelta.

¿Qué ha pasado?

Muchas cosas han pasado desde mi último post público.

Terminaron las olimpiadas y paraolimpiadas de invierno, dejándonos nuevas imágenes y símbolos de lo que puede alcanzar el ser humano cuando el corazón lo guía.

Se cumplieron 200 años del natalicio de Benito Juárez, Benemérito de las Américas y uno de los más grandes hombres que ha visto nacer el suelo mexicano.

De igual manera se cumplieron 20 años del desastre nuclear ocurrido en Chernobyl. Desastre que al día de hoy persigue a la humanidad, recordándole que no es perfecto y que sus errores le cuestan a él mismo. Y muy caros.

El Papa Benedicto XVI cumplió su primer año como líder máximo de la Iglesia Católica. Y yo sigo extrañando a Juan Pablo cada vez que en las noticias aparece la imagen del hoy Sumo Pontífice.

¡Y en mi vida también ha habido varios cambios y todos para bien! Muchas risas, muchos momentos interesantes y mucha reflexión.

En fin, de los muchos eventos que suceden todo el tiempo, los anteriores son los que tengo presentes en este instante. Como en todas las listas, siempre hay cierta subjetividad en ellas.

¡Ya veremos que se agrega mañana!

De Mario Benedetti.

Viceversa.

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.

o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.