Wednesday, May 31, 2006

Hubo calma...

Hoy fui testigo de cómo la ciudad dio un suspiro.

En una de sus principales avenidas, el Paseo de la Reforma en esquina con Florencia -donde está el Ángel de la Independencia- pasaban cientos de autos en todas direcciones, desbocados y sin aparente control. Cláxones sonaban por doquier. Silbatos de oficiales intentaban ordenar el caos, pero nada, éste aumentaba -como todas las mañanas- y parecía no tener fin.

...Y de pronto sucedió, la esquina se detuvo, los autos no andaban, algunos caminábamos atónitos. Ningún claxon, ningún silbatazo, no motores acelerados... nada, sólo un taladro de algún trabajador de las obras de remodelación del Ángel.

Segundos transcurrieron y la calma seguía... era como si la ciudad tomara aire para continuar su loca carrera mañanera... y así fue, segundos más tarde, todo volvió a la normalidad, la ciudad regresó de su suspiro y volvieron los cláxones a sonar, los silbatos a tratar de poner orden y el taladro quedó oculto, detrás de todos los ruídos que hacía unos segundos se habían ausentado...

¿Qué sucedió? No sé, creo que la ciudad, al igual que todos, se tomó un segundo para respirar y luego continuar...

1 Comments:

Blogger Super Dyavlo said...

se a lo que te refieres yo tambien vivo en el d.f .... y creo que la ciudad necesita unas vacaciones.

Saludos

6/03/2006 12:19 PM  

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