Hay un individuo que dice haber ganado la elección al cargo de Presidente y ha tomado por rehén a la Ciudad de México, para que la autoridad electoral reconozca su triunfo.
Si hubo trampa o no, está en su derecho de impugnar y existen los medios legales para ese efecto, pero él cree que también ahí le harán trampa y que tampoco aceptarán que se recuenten los votos.
Mientras, a los ciudadanos no nos queda más opción que acostumbrarnos, por que el Jefe de Gobierno es amigo de nuestro secuestrador y entonces le ayuda a mantenernos cautivos
Si él, sus seguidores y acarreados quieren quedarse en las tiendas de campaña por seis semanas, seis meses, seis años o el resto de sus días, está muy bien, pero no violando el derecho de los demás a circular por la ciudad de México.
Los partidos políticos que lo apoyaron se nombraron "Coalición por el bien de todos". Parece que se le olvidó esa parte.