Así es, la familia estuvo de fiesta, pues llegó mi día favorito del año: cuando comemos Chiles en Nogada.
Son tradición y motivo de alegría en mi familia. Por años los hemos comido y son siempre una delicia.
Todo comienza con pelar nueces, engalanar la casa y la mesa.
Una buena platica y el momento se acerca. Nos sentamos a la mesa y un espectáculo de colores nos da la bienvenida: tostadas, salsas, condimentos y todo lo necesario para dar comienzo al festín.
Terminada la entrada y la sopa, el invitado de honor hace su llegada: ¡los chiles en nogada!
Increíble platillo tricolor, de sabor dulce encanta al comensal desde la vista y lo enamora con su gusto tan especial.
Sobremesa, café
gourmet y el ritual se cierra. Lo hemos logrado un año más y nos vamos con la esperanza de reunirnos el siguiente, ¡para los chiles en nogada!