Juan Pablo II

Un estadista, en toda la extensión de la palabra.

Hombre de gran inteligencia y carísma que en esta noche parece estar llegando al final de esta aventura llamada vida.

Fuerte y pésimo paciente como su médico lo describiría pues nunca tomaba un receso, siempre ha estado trabajando, luchando y aferrándose a la vida.

Como cualquier hombre, ha hecho cosas buenas y otras no tanto.

Karol Wojtyla, polaco de nacimiento y mexicano de corazón está llegando al final de la jornada. Es mi deseo que sus últimos momentos sean de tranquilidad y reflexión.

Y mientras escribo estas líneas, él es el Papa, aquel al que mi abuelita en sus brazos me llevo para verlo y recibir su bendición en su primer viaje como jefe de la Iglesia Católica. Aquel que años más tarde corrí para verlo y tomar su foto cuando pasó por la avenida Reforma.

Hoy, él es el Papa.