Réplica.

Hace más de veinte años que la Ciudad de México fue despertada por la Tierra misma.

Nadie sabía que hacer. La Ciudad incrédula se miraba asimisma en ruinas.

La Ciudad no sabía que hacer. Muchos edificios habían desaparecido del paisaje para convertirse en escombros.

La voluntad de ayuda de los mexicanos hacía nosotros mismos se levantó de entre esos escombros y cual gigante luchó y buscó en cada lugar por sobrevivientes sin cansancio ni descanso.

Devastación y familias incompletas son parte del legado de aquella mañana en que la ciudad despertó como si en guerra estuviera.

Y en guerra se encontró, contra ella misma, luchando por rescatar a cuantos fuera posible.

Hoy, a más de veinte años, me surge la siguiente pregunta: ¿si hoy la Tierra nos vuelve a despertar, abriremos los ojos y veremos a la ciudad como el día anterior o se repetirá la historia de 1985?

Hoy, a más de veinte años, se dice que la Ciudad y sus habitantes están preparados, en la no-espera de una mañana como la del 19 de Septiembre de 1985.